Nací en Santiago de Cuba, donde el sol tiene la manía de contarlo todo con luz. Crecí en La Habana, entre antenas de radio, rollos de película y redacciones que olían a tinta fresca y a urgencia. Hijo de periodista, aprendí desde niño que las palabras pesan, pero la imagen, cuando es honesta, puede hacer temblar el mundo.
Con los años cambié el Caribe por Madrid, aunque el acento y la mirada siguen anclados en el trópico. Soy fotoperiodista, contador de historias que se escriben con luz y sombra. He colaborado con agencias y medios como EFE, AFP, Reuters, Anadolu, El País o Bloomberg News, entre otros, persiguiendo siempre ese instante que resume todo.
Algunas de esas búsquedas me llevaron más lejos de lo que imaginé: fui merecedor del Premio Internacional de Periodismo Rey de España y del Premio Ortega y Gasset, ambos en la categoría de mejor fotografía. En 2017, una de mis imágenes fue elegida entre las mejores del año por la revista TIME.
Sigo creyendo que el oficio no se trata solo de mirar, sino de comprender. De ser coherente, de caminar como un hombre libre y de buenas costumbres, intentando siempre que cada disparo —de cámara, claro— diga algo verdadero.
En foco: yo








